Saturday, February 05, 2005

Los ojos y las manos de vicente

bienvenidos a la celebración de la locura a la corona del gozo/ la ciudad desquiciada revienta sus entrañas/ en un estallido de pura pirotecnia/ para mostrársenos tan perra como es/ con su pelo de bruma y su collar de claxons/ oscura & alegre & doliente & jadeante ÷ las convulsiones de su ongoing orgasmo/ y sus toses de smog aceite alcohol barato/ con ánimo de viernes de quincena ganosa de pachanga/ novia del caos madre del desmadre/ manicomio de los solitarios amiga de los suicidas/ atrás quedaron tus años atildados/ de quieta compostura virginal/ tus modosos mohines y tu rubor helado/ hoy tu rostro está pintado por el vértigo/ tus ojos centellean en todos los cristales/ y tus labios de sangre se abren en una trepidante carcajada/ que estremece sinuosa todos tus ejes viales/ con el sabor del jazz/ hermosa ciudad de la desesperanza/ tan pútrida y tan bella como te pueden ver/ los ojos y las manos de vicente.


Tuesday, February 01, 2005

Y los malditos poemas para qué

para lalus uribus

La niña se tragó su chocolate
y huyó la metafísica chirriando las vidrieras
del estanco… Fernando Pessoa lo vio
con sus cárdenos ojos de poeta
y con todo y a pesar de todo escribió “Estanco”
buscando dar valor al chocolate
a la niña sucia y a la tarde esplendorosa
de su blanca ciudad al pie del mar.
Me ayuda recordarlo cuando pienso
-“¡y los malditos poemas para qué?”-
para eso, exactamente para eso
para arrancarle al tiempo la belleza
y detenerla, trémula, un instante
y verla, largamente, como quien no verá.

Andén

Un pañuelo en el fondo del amor
una sonrisa partida en la cornisa...

¿será porque nos vamos?